Ejes temáticos

Las películas y las series

El cine no es un trozo de vida sino un pedazo del pastel. Lo decía Alfred Hitchcock. Y ese cacho de la tarta es tan sugestiva como atrayente. El confinamiento generó un incremento exponencial del consumo de ocio. Pero la tendencia no es nueva. Existió y existirá. Las películas y el cine son altavoces descomunales. Proyectan estilos de vida, ponen de moda lugares, comidas, épocas y hasta formas de vivir. El magnetismo entre la pantalla y los telespectadores (ahora convertidos en usuarios activos y, muchas veces, en prosumidores) ha crecido en los últimos años. A las tradicionales rutas temáticas de la Guerra de las Galaxias se unió la saga de El señor de los anillos. Y después con Netflix y el resto de plataformas la eclosión fue descontrolada. El espectador pasaba a ser fan mitómano deseoso de pisar los mismos lugares que sus héroes y antihéroes. Los ejemplos son muchos, pero algunas series y películas han absorbido el mayor protagonismo. Las producciones que han tenido un mayor impacto en la narrativa viajera han sido aquellas de cariz histórico. Películas como Rob Roy, Braveheart o la serie Outlander han incrementado la afluencia de turistas en Escocia a partir de personajes, enclaves históricos, leyendas y de una cosmovisión y de un modo de vida. El filme Braveheart, producida y dirigida por Mel Gibson, se estrenó en 1995 y fue nominada a 10 Oscars. Ganó 5, entre ellos, los de Mejor Película y Mejor Dirección. El filme (rodado en parte en Irlanda del Norte) situó a Escocia en el mapa mundial y atrajo a millones de visitantes. Blogs, agencias y oficinas de turismo siguen ofreciendo, por ejemplo, el “itinerario Braveheart”, la “ruta Braveheart a tu aire en coche” o la “excursión William Wallace".

El esquema responde —salvando las distancias entre las producciones y el éxito de cada una de ellas— a la misma ecuación: la pantalla genera el interés por conocer esos lugares. Y seguramente tras esa curiosidad, late la voluntad de transportarse a esa época y sumergirse en sus ambientes y atmósferas. Es un viaje en el tiempo: al pasado o al futuro. Existen agencias que organizan expediciones temáticas donde los viajeros lucen la vestimenta de esos tiempos. Visitan castillos, palacios y fortificaciones ataviados con yelmos, armaduras o trajes inspirados en la época en que estos fueron construidos. De entrada, resulta banal y hasta frívolo. Pero luego piensas en ello y quizás es algo más. Hay una documentación previa, un viaje a un lugar y a una etapa de la historia a través de sus atuendos. Estas dinámicas se inspiran en filmes y producciones audiovisuales como El último samurái, Versalles, Vikingos, La catedral del Mar, Los Borgia, Espartaco, Bárbaros, Rómulo y Remo, Marco Polo, Isabel o The Crown, entre otros. El punto de partida son producciones basadas en hechos reales, pero inspiradas también en la ciencia-ficción. El señor de los anillos, Juegos de Tronos o Harry Potter son algunos ejemplos. Pero, de nuevo, el listado es mucho mayor…

El caso de Juego de Tronos podría ser fácilmente un estudio de caso en escuelas de turismo, negocios, comunicación u otras disciplinas, Desde Sevilla a Girona (en España), pasando por diferentes enclaves de Croacia o Irlanda del Norte, la serie ha impulsado la actividad turística en numerosos enclaves a través de rutas temáticas en forma de libros, audiolibros o proyectos transmedia articulados alrededor de activas comunidades de fans de todo el mundo. Existen libros que han abordado recorridos a partir de estas producciones televisivas o cinematográficas. Sin embargo, considero que el desafío y la oportunidad en este caso son más estimulantes: ¿Podríamos vincular siempre un destino con una de estas creaciones audiovisuales? ¿Es necesario que sean solo las más famosas? ¿Son las series y las películas un mero aderezo o integran el hilo conductor? ¿La producción audiovisual lleva al destino o al revés? ¿Podríamos potenciar las creaciones más alternativas o de autor? Incluso: ¿por qué no convertir esta dinámica en una propuesta gamificada: La guía sugiere y el usuario ha de descubrir cuál fue el filme o la serie que allí se produjo. ¿Por qué no pensar en documentales u otro tipo de géneros audiovisuales, multimediales o transmedia?

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Jaume Palau Rodríguez (2017 y 2019). De vacaciones por los Siete reinos: Guía definitiva de viajes a los escenarios de Juego de Tronos (Uno Editorial).
Portada "Guía de viajes por los Siete Reinos de Poniente"
Daniel Bettridge (2016). Guía de viajes por los Siete Reinos de Poniente (La Esfera de los libros).
Portada "La España de Isabel. Un viaje por los lugares que mercaron la vida de una reina"
Teresa Cunilleras Tugues (2014). La España de Isabel. Un viaje por los lugares que mercaron la vida de una reina (Lunwerg Editores).